En el mes de junio pasado, el gobierno del Reino Unido publicó el Digital Britain Report, un decreto del gobierno que dicta un plan con el que se intenta llevar a la vanguardia a todo RU en materia digital. El reporte consta de varios puntos importantes, entre los cuales se destaca “un esquema regularizador estable para combatir la piratería digital.” Pues bien, Ed O’Brien, quien es miembro de la FAC, una coalición integrada por varios músicos por medio de la cual hacen valer sus derechos, ha criticado dura -pero sensatamente- este objetivo del Reporte.

“Se va a empezar una guerra la cual ellos jamás van a ganar”, dijo O’Brien. “Sencillamente no va a funcionar. Estuve platicando con un amigo que distribuye masivamente archivos, y que baja películas y música sin haber pagado nada por seis años. Le pregunté qué opinaba al respecto [sobre el Reporte] y le dio risa. Me dijo: ‘Aún si me cortaran todo, de todas maneras vería la forma para seguir haciéndolo. Es algo donde no te quieres meter, así que mejor hazte a un lado.'”

La opinión de Ed O’Brien hace eco con la de varios otros miembros de la FAC. Dave Rowntree, baterista de Blur, dijo que en un principio la FAC estaba en contra de la distribución de archivos, pero que los anteriores intentos por tomar acciones legales ha puesto a los fanáticos en contra de la industria musical y de los propios artistas.

“No deseamos que nuestros fans nos vean como enemigos”, opinó para BBC News. “Lo que debería hacerse seria tratar de ver cómo obtener ganancias dentro de esto de la distribución de archivos, pues pone de manifiesto un gran interés por la música.”

Billy Bragg, otro miembro de la FAC, calificó las medidas como un “mazo duro”. Declaró: “Lo que a nosotros nos inquiera es que, en un momento donde hay mucha mayor competencia por atraer la atención, estas propuestas sean un peligro que ahuyente de los jóvenes la idea de escuchar música. Es lo que como músicos nos preocupa. Muchos jóvenes han descubierto su música a través de la distribución de archivos, y han aportado ganancias económicas por esa música de otras maneras, como comprando boletos para conciertos. Debemos animar a la gente a convertirse en fans musicales, y lo queramos o no, las descargas ilícitas sí animan a la gente a convertirse en fans musicales.”

A la FAC, se le ha unido la British Academy of Songwriters, Composers and Authors y el Music Producers Guild, quienes se han pronunciado “impetuosamente en contra” de los planes de castigo para los distribuidores de archivos.

Geoff Taylor, perteneciente a la Industria Fotográfica Británica, que representa a las disqueras, dice que el gobierno está en lo correcto al considerar una “suspensión temporal como último recurso, pues hay cuentas repetidas que se usan ilegalmente a pesar de las advertencias”. Agregó que “casi toda la gente en el sector musical reconoce el serio daño que la distribución de archivos ilegal le ha hecho a la inversión en nueva música.”

No obstante, Patrick Rackow, jefe ejecutivo de la British Academy of Songwriters, Composers and Authors, ha dicho que aplicar sanciones molestaría a los fans, en lugar de conducirlos al uso de servicios legales.

“La industria [musical] tiene que mirar al frente, no hacia atrás. Hay un gran conflicto aquí y tenemos que hallar una solución. Yo no sé cuál sea esa solución, y me parece que nadie lo sabe. Hay más formas constructivas de luchar con esto sin molestar en gran medida a tus consumidores”, mencionó Rackow.

Sugirió además que en el futuro los servicios de descarga legal deberían basarse en la radio. Dentro de ese marco, los fans no pagarían por cada canción, sino por una suscripción o hacerlos escuchar anuncios, tal como ahora existen servicios como Spotify o We7.

Fuentes: BBC News, Tech Radar